Iniciamos el proyecto de Otredad y su búsqueda a partir de un ideal donde imaginamos a nuestra protagonista pudiendo demostrar su diferentes facetas en su profesión.
Al realizar la entrevista, descubrimos una persona con un histrionismo muy característico y amable, que nos representaba una gran posibilidad de retratar gracias a su expresividad, pero que nos significó, a su vez un desafío.
Logramos realizar las tomas iniciales en su casa, donde nos brindó la entrevista y un primer acercamiento a su arte. Esto nos permitió conocer el terreno a transitar y encontrar los puntos provechosos para la exploración de los planos pensados. La decisión fue retratarla trabajando, como adentrándonos en su ámbito. Las limitaciones presentadas fueron varias, al no poder disponer de la locación para armar las puestas de luces y las tomas ideadas, optamos por explorar el recorrido y hacer un registro de aquello que era habitual.
Tras dichas complicaciones, habiendo obtenido un registro interesante pero que entendíamos no cumplía con lo ideado, además de representarnos una limitación en cuanto a la iluminación que pretendíamos para el lugar; luego de las correcciones, optamos por explorar una alternativa donde en el retrato conviviesen el ámbito laborar con el íntimo.
Hicimos un segundo registro, deteniéndonos en lo rutinario de su labor y arte pero desde un espacio privado, como el hogar de la protagonista. Donde practica algunos de los tragos, explora nuevos tragos y también se prepara otros para su propio gusto.
Buscamos realizar un paralelo que contrastase tanto en los ámbitos mencionados, como en la luminosidad. En su hogar planteamos la iluminación mucho más cálida y propiamente, luminosa. Pero luego de unos primeros cortes, además de las devoluciones durante las correcciones, entendimos que el retrato debía ser más como fue ideado inicialmente.
Es aquí cuando se nos presentó una dificultad al momento de realizar el nuevo rodaje ya que nuestra protagonista tuvo dificultades laborales y consiguió un nuevo empleo, por lo tanto, nuestra primera locación había quedado descartada. Para filmar en este nuevo espacio, debimos aguardar la autorización de su jefe ya que, al ser nueva en el lugar, primero debía cumplir con una etapa de adaptación en la que aún no se nos permitía asistir a grabar.
De modo que resolvimos retratarla en su nuevo trabajo, con una nueva barra y nuevo espacio. Donde la iluminación y locación per se nos posibilitaron todo otro acercamiento y puesta en escena.
Al ser un lugar más luminoso, nos permitimos abrir un poco más los planos para poder apreciar el contexto y cerrar otros para centrarnos en ella y su labor.
Nuestra protagonista, Coty, es una joven recientemente instalada en la Ciudad de Buenos Aires. Artista desde la adolescencia, bailarina y actríz profesional, actualmente se desarrolla como Bartender y docente en una academia de coctelería.
Coty es histriónica y destila su enérgica alegría y arte. Nos presentó la coctelería como un arte que, como es propia de tal, atraviesa también emociones, la experiencia con cada trago y visuales.
La decisión del trago justo para el cliente acorde a la charla previa donde la protagonista oficia también de una compañía y oído, los aromas y los colores que se fusionan en los tragos y su pasión por generar una gran experiencia para el cliente.
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